Leonardo Bastida Aguilar
Ciudad de México a 27 de septiembre de 2018
Los crímenes motivados por el prejuicio hacia las personas por su orientación sexual y/o identidad o expresión de género no sólo deben contarse, sino hacer memoria y buscar que el Estado de respuestas adecuada con respecto a ellos, afirmó Marcela Sánchez, directora ejecutiva de Colombia Diversa durante la presentación del Sistema de Información de Homicidios de Personas LGBT (SInViolencia LGBT), alimentado por nueve organizaciones de la sociedad civil, de diferentes países de América Latina.
Algunas cifras obtenidas por dicho sistema indican que entre 2014 y el primer semestre de este año se han registrado mil 36 asesinatos de personas integrantes de las poblaciones LGBTI en nueves países de la región, de los cuales, 524 han sido de hombres gay, 407 de mujeres trans, 65 de mujeres lesbianas y 14 de hombres trans.
Los países donde se lleva a cabo el monitoreo son: Colombia, cuyo registro es de 467 casos; México, con una cifra de 271 registros; Honduras, 142 crímenes; El Salvador, 47; Perú, 45; Guatemala; 14, y nueve en Bolivia y Paraguay.
Al respecto, Sánchez indicó que los esfuerzos para la creación de este sistema responden a la realidad de que en la región latinoamericana no hay mucho interés por parte de las organizaciones de la sociedad civil por el tema ni tampoco hay campañas de prevención, además de responder a llamados como el del Protocolo de Bogotá, referente a la calidad de los datos de homicidio en América Latina y El Caribe, y que los Estados hagan sus registros en la materia.
Por su parte, Alejandro Brito, director de Letra S, resaltó que en algunos países se vive un incremento de las muertes violentas de personas LGBT, de las cuales, aún se desconoce su totalidad, pues hay un subregistro ante la falta de información por parte de las instituciones estatales.
Añadió que el combate a los prejuicios es uno de los temas pendientes debido a que es una de las razones por las cuales se obstruye el acceso a la justicia, pues las investigaciones deben partir de la probabilidad de que el crimen haya derivado de un prejuicio.
Sara Inés Herrerías, subprocuradora de derechos humanos, prevención del delito y servicios a la comunidad de la Procuraduría General de la República, indicó que la institución ha elaborado un protocolo de atención a la comunidad LGBTI, y lo que sigue es sensibilizar y capacitar al personal de procuradurías y fiscalías para cambiar mentalidades.
Para Gómez, y las y los integrantes de SInViolenciaLGBT, el ejercicio consiste en no sólo dar datos ni acumular sentencias, sino que estas sentencias tengan calidad, pero sobretodo den a conocer la verdad y permitan saber lo que hay detrás de estos crímenes a fin de garantizar la no repetición de los mismos e implementar medidas de prevención.
Por esa razón, algunas de las recomendaciones reiteran la necesidad de crear un mecanismo o instancia técnica que desarrolle procesos de revisión de la información a partir de metodologías que incluyan el cruce de datos sobre homicidios víctima a víctima y que las primeras hipótesis de los hechos no estén basadas en prejuicios.
El Sistema es elaborado por la Red Regional de Información sobre Violencias LGBT está conformada por: Colombia Diversa; CATRACHAS, de Honduras; COMCAVIS TRANS, de El Salvador; la Red Nacional de Diversidad Sexual y VIH de Guatemala (REDNADS); Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana, de México, y la Red Paraguaya de la Diversidad Sexual (REPADIS), con apoyo de la organización internacional Diakonia.